UNA NOTA EN LA QUE ESTOY DE ACUERDO Y ES POR ESO QUE LA PUBLICO DEL SEMANARIO EL BOCÓN.
Muchos sindicatos se están comiendo la pastilla…
LA PLATA ESTÁ
Por Jorge Bonica Sierra.- Hace muchos años, cuando yo tenía 20, (37 años atrás) recuerdo que ser “sindicalista” era una especie de peste que tenía esa persona.
Se confundía con mucha facilidad, el hecho de ser sindicalista a ser comunista, y eso era casi una condena para quienes simplemente pensaban diferente.
Muchos conservadores de la época, los discriminaban y hasta fueron marginados de muchas actividades sociales.
El control de la vida laboral, la tenía el capital, el comerciante de dinero del pueblo del interior, y los industriales de Montevideo.
Se violaban sistemáticamente todas las leyes y se violaban todos los derechos humanos y laborales en forma ruin y permanentemente.
Algo que nunca se manejó colectivamente hasta el día de hoy, eran (y son) las violaciones en el sector del agro y la ganadería.
Los trabajadores rurales fueron a lo largo de la historia manejados en forma delictiva por parte de la mayoría de los dueños de estancias.
Con el correr de los tiempos, muchos sindicalistas, hasta dieron su vida para logros colectivos, especialmente en el plano laboral, ejerciendo un control magnífico de las normas impuestas, y especialmente, con reivindicaciones de los obreros que son absolutamente justas.
Sin duda, que el gran objetivo, el final, es que los trabajadores, todos, tengan una mejor calidad de vida.
Para lograr eso, que parece aun al día de hoy una utopía, muchos sindicalistas y gremialistas, siguen dando batalla, por una causa que es muy justa y necesaria.
Muchos trabajadores conservadores, no participaron, pero fueron también beneficiados por los logros en materia salarial y jubilatoria que se lograron a lo largo de los años.
Con los gobiernos Colorados y Blancos luego de la dictadura, se siguió manteniendo el sistema perverso del amiguismo, del acomodo, del padrino…
Políticos que gestionaban las jubilaciones para que los voten.
Ancianos que votaban a los Blancos y Colorados porque sencillamente “me sacaron la jubilación que estaba trancada”.
Entrar a trabajar en el Estado fue una especie de deporte para los políticos, que tienen armada toda una ingeniería para dar trabajo y seguir engordando al pobre estado uruguayo sin ton ni son. Antes, durante y después de la dictadura cívico – militar, se destrozó la economía de los uruguayos.
La irresponsabilidad financiera fue total, y se endeudó al país a extremos que lo hacen absolutamente muy difícil de nivelar, diría para siempre, para mí, es una realidad.
¿Qué se han politizado los sindicatos?
Si, es verdad, la tendencia siempre fue hacia la izquierda, y con la creación del Frente Amplio, en los últimos 30 años hay una clara tendencia hacia el progresismo por parte de los principales dirigentes sindicales uruguayos.
Incluso, hay muchos que participan en las listas como candidatos del encuentro Progresista, y muchos han llegado luego de su pasaje por el sindicalismo, a ocupar bancas de Diputados, Senadores y Ministros en el gobierno de Tabaré Vázquez y José Mujica. Muchos sindicatos fueron apoyo del Encuentro Progresista en sus campañas intentando vencer a los partidos tradicionales.
Eso es negativo para la imagen de los sindicatos y en especial para el PIT CNT, que se le visualiza como la gran central sindical del país, aunque tiene muchas carencias especialmente cuando sale fuera del Puente Carrasco y debe atender las necesidades de los trabajadores del interior.
Creo sin temor a equivocarme, que se está ante un record de afiliados en los diferentes sindicatos en materia de trabajadores, es decir, que son cada día más representativos.
En otros tiempos, era casi una condena afiliarse, había amenazas patronales para quienes se afilien al sindicato y se perdieron muchos puestos de trabajo por el “pecado” de afiliarse.
También es cierto que hubo y hay muchas actitudes sindicales que superan los límites impuestos, y hoy hasta se maneja, o se pretende manejar una empresa casi con más intervención que el propio dueño, y eso no lo veo bien sin duda.
Quiero explicar el porqué pienso que muchos sindicatos se están comiendo la pastilla, con permiso de Enrique Yanuzzi, creador de la frase.
Yo estoy seguro que se equivocan con el objetivo que persiguen, y los motivos por los cuales se movilizan.
Seguramente quienes están leyendo este comentario, pensarán que solo un loco como yo puede decir que el objetivo está equivocado, cuando el mismo es mejores salarios, mejores condiciones de trabajo, mejores jubilaciones, igualdad de oportunidades, despidos inadecuados, etc, etc.
Espero poder hacerme entender, aunque reconozco que no será fácil.
Los gremios hacen paro para conseguir por ejemplo que les paguen las horas extras.
Hacen paro para conseguir mejoras salariales.
Hacen paro para que se cumplan los convenios ya firmados.
Hago una pregunta. ¿Si hubiera dinero disponible por parte del gobierno de turno para poder cumplir con cada una de las reivindicaciones que se proponen, no sería óptimo?
Entonces… ¿Por qué no hacemos paro para que haya plata disponible?
Me explico.
¿Por qué no hacemos un paro general para que el gobierno cierre 10 embajadas que no son imprescindibles, y con el dinero que se evita de gastar en ellas se puedan financiar nuestros pedidos?
¿Por qué no hacemos un paro general para que los 99 diputados y los 31 senadores no cobren los 17 mil pesos por mes que les dan para compra de diarios y revistas, que no gastan, que se las meten en sus bolsillos y no tienen que rendir cuentas, y con esos 5 millones de dólares construimos la mejor guardería para los hijos de los trabajadores públicos?
El Estado uruguayo despilfarra, mal gasta y roba, cientos de miles de millones de dólares al año, que son la carga pesada de las finanzas del país.
Los sindicatos deberían atacar directamente esos rubros.
Por ejemplo, los ediles de la mayoría de las Juntas Departamentales cobran cada uno más de 10 mil pesos por mes en vales de nafta, o directamente en dinero.
Los vales los venden, el dinero se los gastan en provecho propio.
La suma de la cantidad de vales de nafta que les pagamos a los ediles, cuando la Constitución dice claramente que deben ser HONORARIOS, es una suma que está rondando los 100.000 litros de nafta anualmente.
¿Por qué no hacemos un paro general pidiendo que los ediles no cobren más esos 100 mil litros de nafta y esos vales de nafta, lo utilizamos para darles becas a los hijos de trabajadores y que no paguen el transporte a sus estudios?
Los ex presidentes cobran una jubilación millonaria que es indecente para el Uruguay.
¿No se podría hacer un paro general con nombres y apellidos para que más de mil uruguayos que gozan de jubilaciones llamadas de privilegio dejen de cobrarlas y disponer de varias decenas de millones de dólares al año sirvan para una garantía de alquiler para las trabajadoras domésticas que deben vivir en pensiones indecentes y más caras que un alquiler?
Estoy seguro que si los paros fueran dirigidos a evitar las injusticias financieras que hay en nuestro país, y exigir que algunos de esos recursos sean dirigidos directamente a las reivindicaciones de los sindicatos, cada paro del PIT CNT sería visto con mucha simpatía por parte del pueblo uruguayo.
Sin embargo, actualmente, hay una gran mayoría del pueblo uruguayo que está furioso con los paros que los perjudican directamente.
Estamos viviendo un período muy duro de reclamos, y cuando el tema es la salud, los bancos, las aduanas, todos sin duda esenciales para los habitantes del país, es cuando el sindicalismo debe tener otra postura, no es con medidas de fuerza tratando de imponer si o si lo que pretenden, y poniendo de rehenes a los uruguayos que se logran las cosas.
Los Ministros de Economía y los Presidentes de la República dicen NO cuando piden, y la respuesta es NO HAY RUBROS EN EL PRESUPUESTO NACIONAL.
El PIT CNT debe probar, y eso se logra con gran facilidad, está escrito, que el dinero de los uruguayos se gasta por parte del Estado en forma absolutamente mal.
Como los ejemplos que dimos hay miles, en cada ministerio, en cada ente, en cada intendencia, en la presidencia, en cada aduana, en cada cosa que hay una salida de dinero, un gasto público, hay miles y miles que no deberían hacerse.
En cada compra que hace el Estado, en cada funcionario que contrata que no es necesario y se hace por política barata; hay SALIDAS que no deberían hacerse.
Compensaciones de sueldos a funcionarios municipales que son absolutamente delictivas, que el argumento es esencialmente político.
Los sindicatos deberían interferir directamente en las finanzas del país. Fiscalizar directamente las salidas y las entradas de los dineros públicos.
Hoy por hoy, en el Banco Central, muy cerca en el mismo piso que el Presidente del Banco tiene su oficina, hay otra oficina parecida que es ocupada por el representante del Fondo Monetario Internacional, que FIZCALIZA si se siguen las normas impuestas por ese organismo en materia de finanzas y compromisos financieros.
¿No habrá llegado la hora de crear un fiscal financiero que tenga que AUTORIZAR cada salida de dinero del estado uruguayo?
Creemos que los sindicatos y gremios de trabajadores, deben ser una importante herramienta de todo el pueblo uruguayo, no solo de los intereses parciales de cada uno de ellos.
Pretendo que cuando el Poder Ejecutivo nos diga que no hay rubros; la respuesta sea inmediata…
¿Cómo que no hay rubros? Si se está malgastando nuestro dinero pagando decenas de embajadores y embajadas que no tienen resultados positivos para nuestro país?
Esa debe ser la respuesta, y para eso hay que estar firme, para eso hay que hacer paro, para eso tenemos ue paralizar el país, para que aparezca el dinero necesario para poder cumplir con todos los requerimientos de los trabajadores, y de la gente toda, que está cansada de escuchar frases como “Igualdad Social” o “Oportunidades para Todos”, cuando en realidad esto no existe, ni va a existir si seguimos tutelados por agentes externos.
Creo sin temor a equivocarme, que esto que estamos planteando, es ni más, ni menos, lo que quiere hacer Mujica y no se lo permiten los integrantes del Sistema Político.
No tenemos que hacer un plebiscito para lograr que se administre bien nuestro dinero.
No tenemos que juntar firmas para exigir que no se dilapide nuestro dinero.
Tenemos que tomar medidas, hacer paros, declarar huelgas; pero con fines colectivos que no tengo la menor duda, serán imprescindibles para cambiar la forma de administrar el dinero que pagamos de impuestos.
No hay plata para hacer nuevas cárceles, no hay dinero para mejorar las infraestructuras del Poder Judicial, no hay dinero para tener a nuestros hospitales en forma decente, no hay rubros para pagarles como se merecen los profesores, los maestros o policías por ejemplo…
Eso es mentira, si hay plata, la plata está, la plata la pagamos los uruguayos, pero lo que pasa es que la gastamos mal, rotundamente mal.
Es tan grande el presupuesto del Estado, delictivamente inflado por la clase política, que es ese el motivo por el cual debemos pagar los impuestos más groseros y desproporcionados del Mundo.
Creo humildemente que los objetivos de los sindicatos que representan a un sector de nuestros trabajadores están equivocados, y que se debe cambiar la estrategia hacia una más corporativa tendiente a comprobar que el dinero necesario para las reivindicaciones de los trabajadores está en la caja del Banco Central, solo que se gasta en otras cosas que no son necesarias en su mayoría, o son delictivas que alimentan la corrupción enorme que hay en nuestro país. JOSÉ ABEL ZARZA: Claro que todo lo que expresa hoy el Periodista Jorge Bonica del Semanario el Bocón es razonable y tiene su razón de ser, en cuanto a los “Sindicatos y el Sindicalista”
La diferencia es la falta de credibilidad en la que hoy están inmersos, “LOS SINDICATOS” porque es que hoy sucede esto, simple de definirlo, Falta de confianza en los Sindicatos pues anteponen colores políticos ante una lucha de clases en la que dicen defender al obrero y solo hacen en muchos de los casos políticas partidarias donde el sindicalista levanta su figura la cual es base para un trampolín a sus intereses personales y en especial político. Buscando su lugar en el Parlamento como lo hicieron ya varios de los conocidos sindicalistas que pasaron por ser primeras figuras en la marcha de un sindicato llegando a ser Diputado Nacional.
Eso es solo un ejemplo de logros y acomodos que vive y vivió nuestro país en los años del sindicalismo.
Sabemos que se les debe y mucho las 6 horas de trabajo y algunos casos de aumentos de sueldo donde sabemos que se le daba miserias a los obreros y anda a quejarte al cuartito, es por eso que no dejo de lado el trabajo que los sindicatos realizaban años anteriores, con luchas desiguales donde el patrón tenia el mango por la sartén y realizaba con sus obreros cualquier felonía y malos tratos.
Gracias a los Sindicatos se lograron muchas ventajas a favor del obrero, sería un injusticia no decir lo que es muy cierto y a la vista están todas las reivindicaciones que se ganaron con los años de lucha donde también murieron varios Sindicalistas en su lucha por entregarse a una causa que fue en bien de todos, sería muy malo no decir todas estas verdades de luchadores incansables por la integridad justa y solidaria de patrón y empleadores.
Todo lo bueno y lo malo se cocina en el hoy del sindicalismo uruguayo, los acomodos y los arreglos donde se compra y se vende al mejor postor.
Todo es valido en bien de quien se desea acomodar,
Cuantas veces vimos de qué forma acomodan a algún sindicalista para acallarlo y entrar en su valor moral dejándolo contento y que no moleste más.
Todo tiene su precio… o simplemente buscarle la vuelta para que todo no llegue a mayores causales.
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