LOS 19 DEPARTAMENTOS DEL URUGUAY SIN DELINCUENTES NI VAGOS ART. 10. 071 ¿MANDARLOS A UNA ISLA?
QUE IDEA LA DE LA JUEZA DE MALDONADO SE AGARRO DEL ARTICULO 10. 071 VAGANCIA Y AHORA NO LE ENTRA NADIE A PUNTA DEL ESTE PARA QUEDARSE DE VAGO. SOLO ENTRAN ROBAN Y SE VAN DE PUNTA DEL ESTE "POBRES TURISTAS" PERIODISTA INDEPENDIENTE: JOSÉ ABEL ZARZA. Que pasara si los jueces de los 19 Departamentos del Uruguay se les da por agarrase del articulo 10. 071 Vagancia donde van a parar los Delincuentes y vagos si estos son expulsados como hoy lo hace la Jueza del Departamento de Maldonado Sra. Adriana Graciullo. Donde tendrían que ir Mandarlos a una isla lejana que no molesten más pues estamos en verano y llegan miles de turistas extranjeros y hay que brindarles un buen recibimiento. Y con esta gente que la Jueza hace que se vallan del lugar logran cambiar la cara y no distorsionan la mecánica normal de un Punta del Este glamoroso y que trae muchas divisas a nuestro país.
Sin dejar de pensar que también llegan los ladrones de guante blanco y los grandes Narcos que son intocables y nada se tiene contra ellos, los que lavan dinero y aprovechan este país que les brinda oportunidades para comprar y realizar edificios en pleno balneario estenio.
Claro que hay que comprobarles todo lo que uno sabe pero se realiza por sociedades anónimas sin conocer los dueños del gran capital que se maneja.
Claro que hay que tener pruebas para comprobar lo que supuestamente parece que es así y entendemos que joda existe ya que tenemos pruebas de situaciones que se conocieron y se lograron detenciones pero casi siempre cae el pescado chico y el grande está bien resguardado y es muy difícil llegar a ellos. Entendemos que no somos nada en un trocito del mapa con apenas 3.000.000 (Tres millones de habitantes) Sabe que somos simplemente un país de servicios. SERVIMOS A LOS DEMAS. joseabelzarza@hotmail.com
3 comentarios
Ruben Garcia -
Te felicito y te agradesco que nos informes a los que no estamos en Uruguay
Ruben tu hermano de corazon
Ruben Garcia -
COMO SE ADORA A DIOS
¿Quién de los que hoy peinamos canas no han oído hablar o han visto y escuchado al Dios Verde? Personaje extraño y místico vestido con túnica y manto a la usanza de Jesús de Nazareth, con su pelo negro y rizado y su abultada barba, que a nosotros, los chicos de entonces seguíamos embelesados por su rareza, como otros lo hacían en son de mofa.
Así, con esa sencillez de vestimenta y descalzo, lo pude ver en más de una oportunidad caminando por las calles de Montevideo, predicando "su" Cristianismo, muy distinto al que se impartía según las directivas dictadas desde el Vaticano.
Apoyado por una información que me llegó vía Internet, donde pude extractar varios datos que me ayudaron a presentar estas vivencias de un personaje que en su momento fue noticia, es que lo recuerdo para los "veteranos" que lo deben de haber conocido, visto, o sabido de él, pero fundamentalmente, lo hago para las personas más jóvenes, que quizás no habían tenido la oportunidad de conocer que, en el Uruguay, también habíamos tenido a un "Hijo de Dios".
El profesor Manuel Santos Pírez, estudioso de su vida, manifiesta en un reportaje que se le hiciera en el diario El País de Montevideo, que el famoso Dios Verde se llamaba José Salles y era hijo de una acomodada familia de Canelones, aunque pasó sus últimos 40 años viviendo en la ciudad de Mercedes, lugar donde murió en el año 1970, a los 90 años de edad.
Luego de haber cursado estudios como sacerdote en el Seminario de Montevideo y después en el de Salto, en forma abrupta y sin aparente razón, pasó de ser un devoto de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, a un acérrimo crítico de la misma, convirtiéndose el Papa en su principal enemigo, razón que lo llevó a fundar la Iglesia Cristiana-Judía-Uruguaya, luego de su participación en la guerra civil española, donde había concurrido "por un compromiso personal". Sin embargo, en España solo estuvo 40 días, de los cuales 37 los pasó como prisionero del ejército franquista. De esa experiencia, fue de donde salió convencido que "Dios lo había elegido para difundir su palabra".
Su imagen y su doctrina eran interpretadas de infinidad de maneras, según la sensibilidad y la creencia de cada uno. Apostólica para los espiritualistas; vago para los aferrados a las "buenas costumbres". Para muchos era un genio; para otros un delirante erudito. Para la policía no era más que un "vagabundo sin oficio conocido", razón por la que fue detenido más de 160 veces.
Su vida pasó dentro de las estrecheces a conciencia buscadas, como forma de demostrar su convencida doctrina de correcto seguidor de Jesucristo. Vivía en una casilla de tres metros cuadrados, sin cama y con solo un calentador como único lujo.
Los seguidores de su discurso decían que "sus enseñanzas mezclaban el Nuevo y el Viejo Testamento con una suerte de anarquismo mesiánico, junto a las doctrinas propias del liberalismo anticlerical de moda a principios del siglo XX". Por eso, muchos sostenían que en su juventud, había sido un protegido de Don José Batlle y Ordóñez. Lo único cierto de esa pretendida relación, eran las simpatías declaradas del Dios Verde hacia las ideas rectoras de la ideología batllista. El mismo decía a todo el mundo que "Batlle estaba más cerca de Dios que las razones de los sacerdotes". Por eso, el predicador solía repartir entre la gente copias de una poesía escrita por José Batlle y Ordóñez en su juventud, llamada "Como se ama a Dios", en la cual se ataca a los traficantes del templo y a los réprobos.
Para que se tenga una verdadera visión del pensamiento de José Salles, del frustrado sacerdote, del Dios Verde, es interesante lo que expresa en 1962 en la revista Reporter, ante un reportaje que se le realizara: "Los enemigos de la iglesia están dentro de ésta. Cristo nos manda andar descalzos y tener una sola túnica. ¿Cómo es posible entonces que la testa triplemente coronada del Papa y su oro y sus millones representen en la tierra las enseñanzas del Dios de los humildes y humillados? En nuestro mundo existen hoy demasiados miserables y hambrientos. Los discípulos de Cristo no debemos tener bienes terrenales, debemos regalarlos a quienes más lo necesitan."
Esos pensamientos reflejaban toda su existencia, porque vivía de acuerdo a esos preceptos. Para algunos, no eran otra cosa que poco o ningún deseo de convertirse en un trabajador o simplemente porque era un loco. Sin embargo, él creía que era el hijo de Dios y por eso cuando la gente le daba pan o comida, casi enseguida salía a repartirla entre los pobres. Varias familias le daban cosas y dinero, tanto porque creían en él, como por simple ayuda caritativa.
No obstante, al morir, no quedaron seguidores de su credo y solo fue acompañado por un puñado de mercedarios. Después de todo, lo único que el Dios Verde deseaba para sí cuando su Dios requiriera su presencia, era morirse con lo puesto.
"Para adorar a Dios -dijo tiempo antes de morir- esto es suficiente. ¿Puede existir un refugio más hermoso que el cielo mismo, o adornos más gratos a Dios que este paisaje?"
Como corolario de esta vida tan especial y tan a su manera devota, no vemos mejor forma de homenajearlo que transcribiendo el verso de José Batlle y Ordóñez que, en una faceta desconocida por los más, fue tan apreciado por José Salles, que hasta le sirvió de apoyo o quizás hasta de inspiración en su credo, razón de que lo promoviera en cada oportunidad que podía...
CÓMO SE ADORA A DIOS
http://www.uruguayinforme.com/Boletines/boletin11.htm
Ruben Garcia -
Se que muchos no saben esta historia,pero estoy seguro que esta jueza tambien aplicaria el 10.071 a este personaje
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Canta Alfredo Zitarrosa en su canción Habanera: viene descalzo ese Dios Verde. Así pinta a uno de los personajes más pintorescos del viejo Montevideo. Fue un solitario predicador llamado por el pueblo El Dios Verde. Por mediados del siglo pasado recorrió a pie todo el Uruguay. Siempre descalzo, con una túnica de color verde claro, el largo cabello canoso le caía sobre los hombros y una lacia barba blanca le daba el aspecto de un sabio venerable. En sus manos la Biblia y un largo palo que como el bastón de los peregrinos del Camino de Santiago lo usaba para apoyarse y marcar sus pasos. En el invierno usaba una capa azul que si la mirábamos de cerca tenía bordadas pequeñas cruces cristianas. Personaje quijotesco que trataba de llevar a todos los rincones del país su mensaje moralista y religioso. Ya por la década del 30 anduvo predicando con su fuerte voz en los pueblos del Interior uruguayo. Por esos años visitaba seguido la ciudad de Mercedes y frente a la iglesia en la plaza principal era rodeado por decenas de curiosos.También lo recuerdan los ancianos de Salto cuando en los calientes veranos en la zona del Arapey esperaba a la gente que saliera de las termas y realizaba sus enérgicas arengas morales.
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Al empezar los festivales de cine en Punta del Este, por los inicios del 60, El Dios Verde llegó a Maldonado. De tardecita, se paraba en la puerta del Club Cantegril y de noche se ubicaba frente a los cines de la península donde concurría el público y las estrellas invitadas.
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Cuando no lo echaba la policía, realizaba entre esa gente de ropas lujosas sus discursos contra el despilfarro y la vanidad del dinero. Uno de sus admiradores fue el político Eduardo Víctor Haedo que valoraba mucho el ejemplo de vida austera que tenía ese personaje popular. Lo había conocido una tarde en que Haedo siendo Consejero de Gobierno vio al Dios Verde predicar en la Plaza Independencia.
Y luego en Punta del Este el político y pintor Haedo en esos días de festivales cinematográficos lo invitó a conversar a su famosa casa llamada La Azotea. Este personaje fue muy conocido en los barrios montevideanos y su llegada a las esquinas era entre el revuelo de los pibes y los veteranos que lo escuchaban con atención. Las doñas le daban alimentos que éste guardaba en una bolsa y luego de comer muy poquito al seguir caminando y ver gente pobre de inmediato le regalaba esa comida. Una de sus frases favoritas que repetía por todos lados era evitar el camino de la perdición leyendo y siguiendo las enseñanzas bíblicas. Cuando le preguntaban porque no iba a las iglesias repetía que los que buscan de veras a Dios, dentro de los santuarios se ahogan. Así justificaba su vida andariega y callejera enseñando la Biblia que para el asombro de muchos citaba de memoria en muchos de sus pasajes. Atacaba a los vicios y elogiaba la vida virtuosa.
Muy enardecido despotricaba contra las mujeres teñidas, muy maquilladas y de vestidos ajustados y atacaba a los hombres que visitaban El Bajo y sus bares de camareras. El Dios Verde era un enemigo del vicio del juego y a veces se lo veía frente a las agencias de quinielas o de los boliches donde se levantaba juego clandestino por la Villa Muñoz. Los capitalistas clandestinos no querían que les espantara a sus apostadores y con una coima lograban que un guardiacivil lo echara o lo metiera un rato en el calabozo de la comisaría del barrio.
Fue una leyenda del Montevideo del ayer que aún cuando misteriosamente se esfumara su presencia callejera la gente siguió recordándolo con cariño por muchos años.
http://www.lr21.com.uy/comunidad/428096-la-leyenda-del-dios-verde